domingo, 4 de marzo de 2012

sueño soñado

Iba en autobús por las principales calles de Madrid, de visita turística. Viajaba con la familia y otros conocidos.
El autobús entra en una calle que enseguida reconozco como la que tiene al final el teatro Tivoli. Estaba al otro lado de donde yo me sentaba, así que me pongo de pie para verlo al pasar. Allí se representaba ese día por última vez el TerratPack.
Al acercarnos le digo a mi madre que mire por la ventana. Vemos el cartel y se sorprende.
La que entonces se sorprende soy yo al ver que aparece en el hall del teatro el mismísimo Andreu, que tabaco en mano salía a fumar. ¡Anda, mira!.
El autobús se detiene en la siguiente plaza, para visitar a pie un monumento.
Salgo súbitamente del auto y tropiezo sin querer con una persona. ¡Era él!. Le pido perdón por el empujón a la vez que lo saludo.
- Perdón - lo reconozco - ¡Hooola! O_O
Me extiende la mano como disculpa mutua y no podemos separarlas durante dos segundos, teniendo que tirar para despegarlas. Las manos se unieron como ventosas. Una sensación más rara que agradable.
Sigo el camino con la excursión, junto a mi madre, como si la situación vivida fuera lo más normal del mundo.
Me desperté con la mano todavía engarrotada.

El "sueño" de darle la mano, soñado por un largo instante.
Y ya está. Algo que se ve cada día más lejos pero que es tan corriente que no tiene importancia.

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