Cuando se sabe el motivo

Soñé que me atragantaba con un lacasito.
Tosí y tosí. Hasta que babé la almohada mientras me despertaba.

Efectivamente, tengo catarro. Vuelvo a estar más congestionada que la M30 en hora punta.

Acción!!

Había un niño con un lazo en la cabeza, de esos que ponen en los paquetes de regalo. Me perseguía y me disparaba con una pistola de juguete. Las flechitas de plástico hacían un poco de daño. ¿O era más bien un fastidio?
La última flechita la esquivé y le pegué una patada escurríendola en la rendija del ascensor. ¡Ah, sí!, estaba en el pasillo del curro.
Ahí metida ya no me haría daño. Peeero, no funcionaba el ascensor, así que me fui escaleras abajo corriendo hasta llegar a un hueco sin salida pero con protección absoluta.
En esto que se abre una compuerta y estoy a la salida de unos grandes almacenes (de un corte muy inglés) que hacen de hotel de lujo.

En el hall del hotel-c.comercial, hay una secretaria que no me hace caso porque está esperando la llegada del príncipe.

Salgo a la calle y están en un muro sentados Almodóvar, Penélope y Banderas. Resulta que son mis amigos y me pongo a charlar con ellos. Me indican que vuelva a entrar y encargue una paellada.

Entro de nuevo y la secretaria de antes me ofrece varias guías de Asturias donde puedo encargar la dichosa paella.
Para firmar el contrato, tengo que pasar a una sala donde me enseñan cientos de bañeras hidromasaje de varios tipos.
Me quedo encantada con un fregadero hidromasaje que tiene varias alcachofas tipo ducha según la suciedad de los platos.
Era tan enorme que me meto dentro. Entonces pienso que si no fuera porque después tengo que fregar platos ahí, me tiraría un pedo.

Recuerdo que tengo que hacer las maletas porque me llaman de la tienda de viajes. Varias chicas, que son actrices, me llevan a una reunión importante que termina en una gran discusión de todos contra todos porque era una peli que estaban grabando.

¡Corten!
(¿o debería decir ¡despierten!)

¡Madre mia!

Había tenido una brillante idea: hacer un esquema tras el sueño para al día siguiente redactarlo con más detalle aquí mismo.

Como todo lo que brilla, tarde o temprano termina apagándose.
Ahora tengo un papel con palabras que apenas entiendo (escribir con lagaña y a medio-oscuras...) y recuerdo vagamente a qué venían.

Así que pongo lo que escribí y lo que me parece recordar.

"Montaje x eso. Rasca y pica"
Estaba en un escenario y sonaba la música de Rasca y Pica (los de los Simpson). Me sentía ridícula.
"Plaza llena gente de baja alcurnia. Columnas de cañamo. Metro. Cruzar sitio peligroso"
Salgo por detrás y tengo que cruzar una plaza oscura y la gente no es muy amigable. Las edificaciones me parecen extrañas, como que se van a caer.
Lo del metro no me acuerdo y lo peligroso menos.
"Chica camisa, la hipoteca colombiano, novio mejicano"
Me suena hablar con un colombiano y decirle que tengo un novio mejicano.
"Como gominolas".
Mira, tendría hambre o algo.
"Ellos suelen tener varias novias".
Es lo que me decía el colombiano.
"Datos supersecretos ordenador borrar tarjeta, portatil quemau".
Los malos me habían encontrado la tarjeta y cuando la meto en el ordenador... ¡no hay nada!. Recuerdo que lo había copiado en el portátil y cuando meto la tarjeta para pasar los datos otra vez... a medio proceso empiezan a salir llamas.

Empecé el sueño como una artistaza y termino quemada.
El sueño de una cabaretera venida a menos.

¿Bebés?

Soñé durante la siesta.

Estaba en la habitación de un hospital. Dos camas y un bebé caido en el suelo. Lo arropo con su mantita y al intentar devolverlo a su dueña... ¿quién es?

En la habitación había muchas señoras ancianas, y muchos bebés. Y ninguna tenía al suyo.
Me los fueron dando a todos y eran muy pequeñitos. Se movían. Se me escurrían. Al principio eran bonitos, luego tenían caras horribles.

Los fui poco a poco metiendo cada cual en su cuna.
Cuando terminé, tenía que ocuparme de las madres, que algunas eran jóvenes.
Había una mirando hacia la ventana con un sacaleches en funcionamiento.
Se supone que succionaba la leche hacia una máquina enorme que no sabía funcionar. El caso es que aquello comenzaba a pitar. Y me sentía una inútil.
Tendría que dominar mi trabajo. ¿Qué hacía ahí?. Ese no era mi sitio.

Ufff.

Un hola antes de dormir

Cuando se va a la cama la gente suele despedirse.
Los soñadores saludamos a un nuevo mundo.

Parece que mi cabeza tiene la insana costumbre de soñar y soñar y soñar. Mucho. Y cosas raras.
Hace unos días que intento resumirlas en el twitter cada mañana. Esos caractéres se me quedan cortos. Sueño al detalle, al límite.

Un nuevo blog a mi colección (el normal, el de churrifotos, el del Andrius...), un blog de CHURRISUEÑOS.

Saludos oníricos!!