putas camaras

Iba al médico y estaba pasando consulta en una iglesia. Nos dijo que rellenásemos nosotros mismos las recetas y luego pasaba él a firmarlas. Me confundo y hago dibujitos donde debería estar mi nombre. Me quedo sin medicinas. Eran para una amiga que se estaba muriendo.
Salgo corriendo y me meto en un bosque donde se me hace de noche buscando las medicinas.
Me llaman desde atrás y regreso.
Paso por un parque corriendo y me dicen: "mira, ese es el hijo de Berto, ¿no lo quieres conocer?". Freno en seco quedando mis pies en el aire unos segundos a cámara lenta.
Miro dentro del parque y estaba Berto con su hijo, que era y adolescente y bromeaba con la gente que les reconoció y tenían alrededor. La nariz del chaval era como de medio metro y se le salía entre los barrotes del parque.
Sale Berto hacia la calle, queriendo irse hacia una fiesta que había arriba y se une a Andreu.
Me dicen: "¿no piensas hacerles una foto? las de la PF no te van a creer todo esto".
Saco la cámara y ni una consigo que salga bien. Una se dispara hacia el suelo, con otra tenía el macro puesto y sale borrosa. Se me cae la cámara al suelo.
Me agarra Jordi Évole por el hombro y mientras avanzamos hacia la fiesta, sigo intentando hacernos una foto, sin conseguirlo. Desisto y me consuelo con llorar en su hombro.
Andreu se va, Berto se marcha con Jordi y aparece el adolescente hijo de Berto. Estornuda y le sale de las narices una cámara igual que la mia. Me la da diciendo: "toma, ya la tienes arreglada".

Suena el despertador. Me levanto y compruebo que funciona la cámara. Me quedo más tranquila. Ya puede empezar el día y sorprenderme con el club gafapastas de las narices.

De tapas

Estaba en un salón de actos como en una reunión de colegios y analizábamos el significado de la palabra letargia. Lo curioso es que las explicaciones nos las estaban haciendo en catalán y tomaba apuntes en ese idioma entendiéndolo todo.

De algún modo la reunión evolucionó en una grabación del Sálvame donde Jorge Javier estaba con un globo en la cabeza (a modo cabezudo) y Karmele Marchante enfurecida en el escenario se tiraba por el suelo gritando que llevaba un mes esperando para hacer una prueba de su gastralgia y no podía orinar sentada. Jorge Javier la intenta levantar pero se le resvala y la golpea fuertemente en la cabeza. Ella se va indignada.

Un señor en la sala hace manifestaciones fascistas y uno del público a mi derecha comienza a insultarle.
Termina la supuesta grabación y estamos 5 ó 6 personas de público que ahora es de Buenafuente y aparece Andreu enfadado preguntándole al hombre que insultaba por qué se ponía así cuando le habían tratado tan bien, que mirásemos en las tarjetas de asistencia. Traia "excelentísimo público de bfn". El insultador se va cabizbajo.

Nos vamos levantando todos y Andreu dice: ¿qué, tomamos algo?.
-Vale -respondo- , vámanos de tapas, ¡a León!.
-¡De tapas! -exclama emocionado cogiéndome del hombro.
-O a Salamanca, donde nos pille más cerca.
Salimos hablando por un patio de un hotel hacia el hall y al fondo se ve un aparcamiento donde está solo mi coche.
A:- Oye, ¿tú como conoces tanto de costumbres si eres más joven que yo?
Yo:- ¡con un cachu, manín! (me salió la vena asturiana). Vamos, que podrías ser mi padre...
Me mira con cara de "no será pa tanto".
Y:- Bueno,... un padre prematuro... Vaaale, tampoco tanto, un primo mayor. De hecho...
((seguimos conversando y le explico una cosa que no puedo contar porque implica a unas personas))
Cuando llegamos al hall del hotel, le llaman por teléfono, se va y yo me encuentro con unos amigos (PetitaFamilia y Bettittu).
Abrazo a mi primo Betto y me dice:
B:- eeey, vaya conversación te traias con el jefe, ¿qué te cuentas?
yo:- no, cuenta tú, pillín. Y deja que me aproveche pa una vez que no sueño que nos enfadamos...

Me despierto. Porque los sueños, sueños son. Curioso que durante todo el sueño me estuviera dando cuenta que era un sueño y consiguiera mantenerme dormida.